jueves, 11 de mayo de 2017

El Palo de un churrero


Retomando Nuestro Camino:

Dejando a un lado todas las referencias históricas sobre el desarrollo de la psicología.
Empezando un resumen hacia lo esencial, hacia aquellas cosas que pueden leerse o interpretarse de manera distinta a la luz de diferentes formas de pensamiento deberemos enumerar los siguientes hechos.

Nuestro organismo reacciona de forma refleja no solamente a asociaciones de estímulos como veíamos en el perro de Pávlov.
La realidad es que solemos tener respuestas somáticas (es decir respuestas del cuerpo) a la percepciones sensoriales, a las asociaciones de ellas inducidas (aprendidas) o no.
Esas respuestas somáticas, que algunos llaman somatización de un estado de ánimo tejen relaciones complejas entre ellas.
La sensación de vértigo, la piel de gallina, el nudo en la tripa, las nauseas, las mariposas en el estómago, el rubor. Seguramente podríamos llegar a reunir varios cientos de somatizaciónes para ello bastará hacer conjuntos de ellas. Como por ejemplo la gana que además de apetito la podemos usar en frases como:
Mala o buena gana, con gana, tener gana, gastarse la gana, las ganas, ni ganas, quedarse alguien con las ganas, tenerle ganas a alguien venir en gana.
Y el repertorio seguiría con tener un hambre canina (bulimia) ser más listo que el hambre (el hambre aguza el ingenio) y aquellas otras con componente erótico y sexual rijosidad etcétera.
Ahora debe ser fácil darnos cuenta, que a todo ese embalumado de sensaciones y somatizaciónes les hemos añadido expresiones, que explican o describen de forma lingüística sensaciones percepciones estados de ánimo y sus respuestas asociadas.
Mas fino que un coral, ser un lince, o mas caliente que el palo un churrero.

¡Qué algunas de estas reacciones derivan en patológicas! La bulimia, la sensación de nausea y necesidad de limpieza TOC (trastorno obsesivo compulsivo), estados de tristeza profunda, tics trastornos motores... en fin que hemos llegado al meollo de las conductas que generalmente nos hacen terminar en la consulta del psicólogo o del psiquiatra.

Este, debería tratar con habilidad y paciencia, deshacer el encaje de nudos gordianos que sustentan nuestras conductas, si supone que hay una disfunción bioquímica en nuestro sistema nervioso podría llegar siendo neurólogo o psiquiatra a proponernos una medicación auxiliar. Sin perder de vista que generalmente el tratamiento con fármacos solo sirve para reducir los síntomas, es decir para bajar la intensidad de la fiebre (síntoma) que produce una infección (enfermedad, patología)

Y ahora vamos a enfrentarnos a un ejercicio práctico. Os dejo un vídeo que tengo en YouTube. Poco a poco iré a partir de ahora, subiendo diferentes aportaciones de audio y de vídeo. Los primeros pasos son genéricos y comunes al entrenamiento autógeno. Mas tarde si la marcha de estas aportaciones lo aconseja podría desarrollar algún programa destinado a un problema concreto.




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