Dices mujer que quieres ser peregrina y en Santiago pones tu meta.
Santiago fue apóstol y luego peregrino que puso sus pies en la senda atarazada por la que otros antes transcurrieron.
El mismo Hércules parece que fue desde el estrecho donde puso las columnas de su nombre
al finis terrae; por eso los gallegos tienen cerca un faro con su nombre.
A la tumba del santo solo hay dos viajes, el viaje de la fuerza y el del entendimiento. No importa quien este realmente en esa tumba, si el apóstol llamado hijo del trueno o algún heterodoxo de otro tiempo.
Yo he hecho los dos viajes varias veces, el viaje de la fuerza y el del entendimiento. En un viaje hay mapas mojones y caminos en el segundo solo intuiciones dudas desconcierto.
Es un viaje al fondo de tu esencia es un viaje al interior de tu universo.
En mi piel tatuados están la venera el sayal, el bordón la calabaza. Si me aceptas mujer yo te acompaño, seré para ti bordón y ayo.
Pasar las llamas del personal infierno fortalece y templa hace del hierro acero. Enjaeza la mula carga en ella los desalientos, sinsabores pecados y otros duelos, quedarán en el camino hechos flores que porometen frutos nuevos.
Andaremos juntos los valles subiremos montañas rodearemos cerros pasaremos los ríos y barrancos.
Descansaremos espalda contra espalda tu atenta a tus fantasmas y tus miedos yo a mis vanas ilusiones, nada nos puede sorprender así dispuestos.
Cuando lleguemos a la tierra de meigas allí donde la noche se funde con le día en una luz crepuscular y fría nos cogerá el reto preparados. Segura esta tu espalda contra la mía tus termores disiparé con solo verlos, seguro estoy que has de defenderme con gesto fiero.
Yo ya he saltado la espinosa zarza que oculta el monte del gozo y la ataraxia.
Sabré como abrirte a ti el camino, y en el ultimo altozano es el mas pequeño veras la luz iluminar tu vida y ordenar otra vez todo el pasado.
A mi me ocurrió hace ya hace unos años y me supe hecho de la esencia misma que fluye y sostiene el universo. Y fluirá por ti una energía que mana del origen de los tiempos.
Vasdelao andarín impenitente en trayecto. En busca de la luz, tu compañero.
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