Ayer hablaba del karma, esa energía que se desprende de nuestros actos y que al final del ciclo vital impulsa el alma a la reencarnación en un ser superior o directamente al Nirvana.
Pero esa energía mas bien ese potencial acumulado, es le fruto de muchas pequeños actos a lo largo de nuestra existencia.
Para acometer cualquier acto es necesario una energía, ligado ligado con el karma.
Mediante nuestros actos, recibimos una energía cósmica que nos activa, que nos penetra, y que nos integra en el universo.
Esta concepción que no por que no tiene porque ser ortodoxa con los dogmas de las religiones que hablan del karma, es para mi suficiente.
La primera de las fuerzas por las que se perciben en el karma es el amor.
El Amor así con mayúscula, no tiene sexo ni color se halla en las parejas, en los amigos, entre padres e hijos entre amantes...
Probablemente es la manifestación mas pura de la emergía, y se manifiesta hasta desde los granos de arena pasando por las moléculas de ADN hasta las formas mas complejas de pensamiento.
Otra cosa son las pulsiones, Freud considera la pulsión como un impulso psíquico de la mente humana. Y en las traducciones del inglés se trivializa el término traduciéndolo como instinto.
La cuestión que yo me planteo, es muy simple y fundada en mi experiencia, si las pulsiones son manifestaciones de una fuerza, si el amor es una fuerza cósmica, que puede hacer nuestra psique y nuestro cuerpo para actuar como una lente que concentre la fuerza en un punto concreto.
Por hoy ya vale.
Vasdelao
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